Como todo electrodoméstico del hogar, los aparatos de aire acondicionado requieren una revisión y un mantenimiento con cierta periodicidad, para no llevarnos sorpresas negativas. Lejos de lo que pueda parecer, realizar el mantenimiento del aire acondicionado, a no ser que se trate de maquinaria industrial, no requiere ningún despliegue desproporcionado. Conforme necesitamos un antenista, si queremos gozar de Internet por wifi, es fundamental contar con la presencia de un técnico especialista en mantenimiento de aparatos de aire acondicionado, cuando deseamos un servicio con calidad y profesionalidad.
Periodicidad en el mantenimiento del aire acondicionado
Existen unas nuevas normativas desde que se publicó el RD 238/2013, el 5 de abril de 2013. Y es que se han modificado algunos artículos respecto al Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE). Entre ellos, el relativo a la periodicidad en el mantenimiento de los equipos de aire acondicionado:
- Para las viviendas con una potencia térmica por debajo de los 12 kW, cada 4 años.
- Otro tipo de locales, con una potencia térmica por debajo de los 12 kW, cada 2 años.
- Para las viviendas con una potencia térmica entre 12 y 70 kW, cada 2 años.
- Otro tipo de locales, con una potencia térmica entre 12 y 70 kW, cada año.
- Todo tipo de locales con una potencia térmica por encima de 70 kW, cada mes.
Realizar el mantenimiento
Para que nuestro equipo de aire acondicionado funcione adecuadamente, es imprescindible tener limpios, en todo momento, los dos intercambiadores. ¿Qué son los famosos intercambiadores? Se trata de unos dispositivos preparados para trasladar el calor entre dos fluidos o un fluido en movimiento y una superficie de un sólido. Asimismo, podemos encontrarlos en la unidad interior, una vez hayamos levantado los filtros. De ahí la vital importancia de mantener los filtros en buen estado y sin suciedad
Limpieza de filtros
La unidad interior del aire acondicionado dispone de un filtro lavable con la evidente función de mantener limpia la batería de intercambio e incrementar la calidad del aire. En este sentido, resulta primordial sustituir dicho filtro cuando se encuentre en una situación irrecuperable y lo más importante es hacer sobre él un continuo seguimiento de limpieza. De hecho, si cometemos el enorme error de no revisar los filtros, podemos provocar un incremento en el consumo de energía, perder potencia térmica de manera considerable, terminar por bloquearlos e, incluso, llegar a dañar el compresor.
En definitiva, si queremos contar con un sistema de aire acondicionado duradero, debemos reclamar la presencia de los técnicos especializados en su mantenimiento y no dejar nuestros aparatos en un total abandono, presos del tiempo y desgaste. Esto solo propiciará la aparición de los primeros fallos en el mecanismo, que pueden generar problemas irreparables.